Este año, como todos los anteriores desde 1889, conmemoramos
el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores.
Haciendo un poco de historia, fue el 1 de mayo de 1886 que
en Chicago se inició la huelga general para disminuir la jornada laboral a 8
horas. La huelga duró 3 días hasta que se suscitó lo que se conoce como “Revuelta
de Haymarket” en donde murió un número hasta ahora desconocido de trabajadores
y obreros en manos de la represión policiaca. La prensa de EUA quiso minimizar
la importancia de estos hechos al decir que “esos obreros comunistas se lo merecían”.
Lamentables hechos que debemos seguir recordando y que pocos lo hacen.
Fue entonces que en París, en 1889 el Congreso Obrero
Socialista estableció el 1 de mayo como Día Internacional de los Trabajadores,
reivindicando con esto la lucha obrera y como homenaje a los “Mártires de
Chicago”.
Cabe señalar que en EUA no se celebra este día, así como
tampoco lo hacen la mayor parte de las que alguna vez fueron colonias inglesas.
Quizá para nosotros, que nos tocó vivir el final del siglo
XX, los derechos laborales los veamos como una obviedad. Pero no siempre fue
así. De hecho, conforme fue avanzando el siglo XX se fueron ganando más y más
derechos (algunos bien merecidos, y otros como simple chantaje sindical), hasta
que a partir de los años 80’s del siglo pasado, y gracias a las nuevas
políticas neoliberales, estos avances se han visto frenados e incluso, algunas
veces han retrocedido. Esto se debe a que el modelo neoliberal ve a la mano de
obra como una simple mercancía. Es de todos conocido como las empresas,
principalmente las más grandes y transnacionales, has ido pisoteando los
derechos de sus trabajadores, todo con el fin de producir más y a más bajo
precio, para obtener mayores utilidades.
También, en un respeto a la objetividad, debemos aceptar que
muchos sindicatos se aprovechan de su poder político para sacar mayor provecho
para los trabajadores algunas veces, y para beneficio de las cúpulas en otros;
llevando con esto a la baja productividad y competitividad.
Así que si eres un trabajador honesto, productivo y
competitivo, te mando la mayor de las felicitaciones.
"Para trabajar basta estar convencido de una cosa: que trabajar es menos aburrido que divertirse." Charles Baudelaire (1821-1867) Escritor, poeta y crítico francés.