sábado, 5 de noviembre de 2011

Indignados en Juárez

Hace algunos días, cd. Juárez fue el escenario de una represión a la ciudadanía. La autoridad demostró una vez más su incapacidad para enfrentar manifestaciones ciudadanas.
Un pequeño grupo de personas salieron a las calles de cd. Juárez a conservar el recuerdo de las personas víctimas de la guerra contra los narcos. Para ello se armaron con cruces de papel, las cuales tenían los datos de las personas fallecidas. El objetivo pegar más de 9000 cruces por la ciudad y mantener este recuerdo aprovechando el día de muertos.
Acababan de comenzar esta labor cuando un contingente de policías comenzaron a de detenerlos, haciendo uso de la violencia y pisoteando los derechos civiles de los integrantes de este evento.
No ahondaré mucho en esto ya que todos conocemos los hechos y como se fueron sucediendo. Hubo 30 detenidos, entre ellos 2 reporteros, todos con signos de agresiones físicas.
Después de un día de silencio de las autoridades, por fin se dignaron a hablar al respecto y puntualizar su postura. El presidente municipal Héctor “el Teto” Murguía, salió a decir que la policía cumplía con su trabajo, ya que no tenían que permitir que se dañara la propiedad privada por parte de los manifestantes. Le secundó Julián Leyzaola, argumentando lo mismo.
Ante esto caben algunas reflexiones:

  • ·         Los manifestantes tenían una aspiración genuina de hacer recordar a la sociedad su tristeza y enojo ante los miles de casos no resueltos de homicidios de esta “guerra”. Quizá hicieron mal que no pedir permiso a los dueños de los negocios para pegar esas cruces de papel. ¿Pero que otras opciones tenían? ¿es tan malo pegar cruces de papel en las paredes?
  • ·        Los manifestantes fueron asediados por los policías municipales desde el inicio de la manifestación. El daño en propiedad privada no se persigue por oficio, para perseguirse debe mediar una acusación o demanda del afectado. Hasta hoy no se han hecho públicas esas demandas. Y aunque tales demandas hubiesen sido reales ¿era necesaria la violencia con la que actuaron los policías? ¿en verdad eran necesarios más de 150 policías para detener a un pequeño grupo de personas cuyo delito fue tratar de pegar cruces de papel en las paredes? ¿estos mismos policías actúan con tal contundencia y eficacia cuando se les hace un llamado para denunciar un asalto o una extorsión? ¿si un grupo de maleantes está grafiteando mi casa y llamo a la policía acudirán los mismos 150 policías a defenderme?
  • ·         ¿Qué delitos cometieron los periodistas? Ellos no estaban dañando la propiedad privada, sino cumpliendo su labor de informar ¿por qué fueron detenidos y golpeados en esa forma? ¿por qué desaparecieron las tarjetas de memoria de sus cámaras?
  • ·         La información de los hechos se hizo pública a nivel nacional gracias a las redes sociales. Miles de usuarios hicimos pública nuestra indignación ante estos hechos. Exigimos en esos momentos la intervención o la explicación por parte del Teto o de Leyzaola y estos no respondieron. Su silencio solo hizo mayor el enojo de la sociedad. Su silencio se puede haber debido a varios factores: no saben cómo comunicarse ante la ciudadanía que exige respuestas; no saben cómo enfrentar los nuevos medios de comunicación, ya que están acostumbrados a los viejos regímenes en los que la información era unidireccional. Quizá no se imaginaron que la sociedad demandaría respuestas de su parte, quizá pensaron que podían seguir pisoteando a los ciudadanos sin que se supiera. Quizá trataron de minimizar el problema haciendo caso omiso de la ciudadanía, hasta que se dieron cuenta que eran demasiados los reclamos y que el problema se escaló a nivel nacional. Todas estas opciones se reducen a que bien tenemos autoridades incompetentes o bien actúan de mala fé. Ambos casos son deplorables.
  • ·         Lamentablemente también hubo opiniones a favor de la represión, argumentando que la autoridad debe guardar el orden y la paz pública. Que deben actuar con “cero tolerancia”. Que esos manifestantes son solo un grupo de agitadores sociales que buscan atacar al gobierno. A los que piensan de este modo les pregunto: ¿acaso la autoridad debe concentrar sus esfuerzos en acallar a este tipo de manifestaciones en vez de atacar los múltiples delitos que son los que realmente acaban con el orden y la paz? ¿Por qué no son tan eficaces en aplicar la “cero tolerancia” contra la corrupción y el crimen? ¿si usted sufriera la muerte de un ser querido y no obtuviera justicia, no saldría a manifestar su inconformidad de alguna manera? ¿cómo se sentiría usted si por tratar de exigir justicia le cayera la policía a golpes y lo detuviera sin ningún motivo? aunque los manifestantes fueran agitadores sociales, subversivos, anarquistas, comunistas, neoliberales, porros, revolucionaros, priistas, panistas, perredistas, estudiantes, obreros, o lo que fuere, no merecen el maltrato de nadie, menos de la autoridad que está para protegernos.
·         Es triste darnos cuenta que no contamos con un grupo policiaco preparado para las manifestaciones civiles. En ninguna ciudad civilizada llegan los policías a enfrentar este tipo de situaciones portando armas largas o de alto poder como lo hicieron aquí. En ese tipo de ciudades existen grupos especializados. Le recomiendo al Teto y a Leyzaola que vayan preparando este tipo de grupos, ya que si siguen con este tipo de gobiernos es muy probable que sigan apareciendo manifestaciones como esta y quizá de mayor escala.
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“Una revolución es la larva de una civilización.”
Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés.

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