martes, 27 de septiembre de 2011

Motor de improbabilidad infinita.

En 1978 se empezó a transmitir una radio-comedia en Inglaterra que causó gran expectación entre sus oyentes, lo cual generó toda una saga de novelas, videojuegos, serie de televisión, una película y miles de fanáticos por todo el mundo (con sus respectivas toallas incluidas). Hecha con un sublime sentido del humor, esta historia nos hace viajar alrededor del universo, del espacio y del tiempo de una forma realmente “improbable”. Nos presenta la teoría cuántica, y sus consecuencias sobre la materia, de una manera realmente absurda y extravagante… ¡toda una genialidad!
Muchos de ustedes ya sabrán a qué me refiero: “La guía del viajero intergaláctico” (The Hitchhiker's Guide to the Galaxy de Douglas Adams). Tengo que confesar que nunca he escuchado la radio-comedia; sin embargo, después de ver la película me dispuse a leer la saga de libros y me atrapó. Uno no puede más que dejarse llevar por toda una serie de aventuras y experiencias que lo mismo hacen reflexionar que hacerte reír cada 5 renglones. No pretendo hacer una sinopsis de estos libros, pero lo que sí tengo que contarles es acerca de la nave Corazón de oro. Lo especial de ella es su sistema de vuelo; no es a base de propulsión, ni con energía nuclear, ni eléctrica, ni de vapor. Se mueve gracias a la energía de improbabilidad infinita. No podré explicar realmente bien cómo es su mecanismo ya que sobrepasa mis conocimientos de física teórica en cantidad, calidad y temporalidad (quizá no llegue a comprenderla ni en 42 años). Pero esto no me detendrá en tratar de platicarles que funciona calculando todas las probables ubicaciones en las que puedes estar en el universo y te lleva a ellas. En un solo momento tu cuerpo se encuentra en todos los lugares del espacio-tiempo para finalmente quedar anclado en el lugar al que quieres llegar. En el proceso tu cuerpo puede variar de formas realmente inciertos (una roca de frambuesa, un delfín-escarabajo, un portalápices olímpico e incluso en un tiesto de petunias) lo cual, obviamente produce un ligero mareo y te deja con una extraña resaca, nada que una buena copa de detonador gargárico pangálico no pueda hacer olvidar. La energía de improbabilidad infinita, resulta más práctica y rápida que cualquier otro medio de transporte, ya que la velocidad de la luz no representa un límite, solo puede ser una clase de improbabilidad que podemos sortear. 

En fin, quise hacer mención de todo esto a raíz de una noticia que quizá pueda cambiar la historia de la física tal como la conocemos o ignoramos. Gracias al experimento Opera el 22 de septiembre de 2011, se descubrieron algunos neutrinos que, al parecer, viajan más rápido que la luz. Así es, estas pequeñas partículas subatómicas, que no se ven afectadas por la energía electromagnética ni por la nuclear fuerte -y al parecer tampoco por las opiniones del viejo Albert- fueron pilladas viajando 60 nanosegundos más rápido que la velocidad de la luz. De confirmarse este hecho, implicaría replantearse seriamente el significado de la vida, el universo y todo lo demás.

"Hay una teoría que afirma que si alguien descubriera lo que es exactamente el universo y el porqué de su existencia, desaparecería al instante y sería sustituido por algo aún más extraño e inexplicable. Hay otra teoría que afirma que eso ya ha ocurrido".     Douglas Adams (Guía del viajero intergaláctico) 

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