Esto lo saben bien los presidentes municipales, que participan en la Federación Nacional de Municipios A.C. (Fenamm), quienes se han pronunciado en contra de la entrada en vigor de esta ley, argumentando que no tienen la capacidad necesaria para atacar el delito en cuestión. He aquí un ejemplo más de las contradicciones de nuestro sistema político-judicial: ¿para qué hacer leyes que el gobierno no puede hacer cumplir? O es que ¿acaso debemos cobijarnos en la máxima “si no pueden que renuncien”?
Estos presidentes municipales están viendo que esta ley los va a rebasar y no podrán cumplir con sus objetivos, dicen ellos que no tienen los recursos económicos suficientes para tal empresa. Espero que lo digan después de una responsable meditación del problema, y que no sea un mero pretexto para pedir más recursos o para politizar aun más este tema.
Estados Unidos de América no ha podido con esa encomienda desde que empezó la guerra contra las drogas en los años 70’s del siglo XX. Han desperdiciado millones de dólares en una guerra inútil, que en nada ha disminuido su consumo. Tienen una mejor estructura policiaca que la nuestra, un mejor sistema judicial, mejor calidad de vida que nosotros; y ni con todo eso han podido erradicar el narcomenudeo, al contrario, su consumo se ha elevado desde entonces. ¿Qué nos hace pensar que nosotros sí podremos con esta guerra? ¿Por qué seguir con la criminalización de su uso?
El consumo de estupefacientes no es uno de los principales problemas de nuestro país. En vez de legislar la manera de combatir el uso de drogas (que a todas luces se ve como batalla casi imposible de ganar), se debería legislar su uso, o como dijo ya nuestro actual presidente Calderón: buscar alternativas de mercado. En lugar de combatir el uso de las drogas, se deberían concentrar en los verdaderos delitos que tienen asolada a la población, como la extorsión, el secuestro, la violación, el homicidio, la corrupción de la autoridad, etc. Le hace más daño a la sociedad un policía que extorsiona que un joven fumando mariguana.
Existen varios argumentos en favor de eliminar la prohibición del consumo de drogas, enlistaré solo alguno cuantos como ejemplo:
· El costo de la prohibición es muy alto y los beneficios muy pobres.
· Al legislar su producción, distribución y venta, la corrupción disminuiría.
· La prohibición es arbitraria; ¿por qué prohibir solo ciertas drogas y otras no (alcohol, tabaco, cafeína, guaranina)?
· Con la prohibición, es actualmente más fácil para un menor de edad conseguir drogas ilegales que alcohol o tabaco, ya que estos últimos están regulados en el mercado.
· La guerra contra las drogas y el narcomenudeo necesita que todos los ciudadanos nos convirtamos en espías e informantes, y con esto vivir en un constante estado de paranoia.
· Quien consuma drogas legales pagará impuestos que beneficien a la sociedad (como educación, concientización, tratamientos de salud, etc.)
· Las drogas no son la verdadera causa de los problemas, las personas lo son.
· La prohibición estimula la desinformación de los efectos y consecuencias de su consumo.
· La prohibición va en contra de los derechos y libertades de los individuos de decidir qué hacer y qué no hacer con su cuerpo.
No quiero que malinterpreten mi intención al exponer estos puntos de vista acerca de la legalización de las drogas, no estoy alentando su consumo, ni estoy diciendo que no haya daños colaterales para los individuos que las consumen. Solo trato de hacer ver que la guerra nos está costando a todos, económicamente, con vidas humanas y con la restricción de nuestros derechos y libertades; y los resultados que se obtienen solo benefician a unas cuantos grupos de poder ligados al narcotráfico.
Así que, señores presidentes y legisladores, si no pueden con la Ley contra las drogas, empiecen a reflexionar para legalizar su consumo.
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