lunes, 26 de septiembre de 2011

¿La tortura como arte?

Barcelona ha logrado una victoria importantísima, un avance en contra de la tortura hacia los animales. El día de ayer se llevó a cabo la última corrida de toros en la “Monumental”. Ha quedado prohibida la tauromaquia (supuesto arte que consiste en torturar física y psicológicamente a los toros hasta que mueren desangrados, convulsionándose, débiles de dolor, tratando de luchar por su vida, brindando un espectáculo en el que nunca decidieron si participar o no; mientras miles de personas lo gozan, se ríen, aplauden y piden que sean mutilados como trofeo).
Nunca he estado en
un evento de estos, me parece una barbarie. Por más que me digan que tiene un lado metafísico, una metáfora de la eterna lucha de la bestialidad del hombre contra su consciencia superior, no logro aceptarlo racionalmente. Es a mi juicio una satisfacción al morbo y la crueldad humana. Quizá si asistiera a una corrida de toros despertaría en mí esos sentimiento, quizá me entretendría, quizá hasta me emocionaría y gritaría totalmente contagiado por el fervor del público, pero… creo que el sufrimiento intencionado hacia un ser vivo no lo justifica.
Volviendo a Barcelona, hubo algunos grupos de aficionados a los toros que protestaban ante la prohibición alegando una pérdida de su libertad. Yo soy un amante de la libertad y trato de luchar por ella y promoverla, pero no cuando se vulneran los derechos de otros. En Barcelona se acabó una tradición de más de 600 años, una tradición de derramó sangre de muchos animales: toros y toreros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario