sábado, 24 de septiembre de 2011

Carta a mi “Querido(a) Diputado(a)”

Muchas somos las personas que diariamente nos quejamos de nuestros políticos: que si son unos rateros, unos mentirosos, unos vividores, etc. Hay que decir, con justa razón, que no todos son iguales; aunque hay algunos más iguales que otros. Y los políticos más detestados por la sociedad son los diputados. Esos que son incomprendidos, inaceptados, desconocidos, , ocultos en su cámara viviendo de los impuestos de las personas que sí los pagamos. Se supone que deben de representarnos; sin embargo, lo que representan son los intereses partidistas. Y seguirán así, ya que no tienen nada que perder con esa costumbre y sí mucho que ganar. Y para no desviarme mucho del tema, les hago las siguientes preguntsa: ¿sabe usted quién es su diputado? ¿A qué partido pertenece? ¿Cuál es su asistencia? ¿Cómo vota en las sesiones? ¿A qué comisiones pertenece?
Yo hasta hace poco no lo sabía, es por eso que me puse a investigar. El primer lugar para esto es su página oficial: www.diputados.gob.mx. En esta página usted podrá conocer a su diputado y buena parte de lo que hace.
Yo por mi parte, con esta inquietud me animé a escribirle el día de hoy lo siguiente:
Estimada Dip. María Antonieta Pérez Reyes (lo de estimada es como mera formalidad y civismo, que no cinismo):
Sepa que usted es mi representante ante la cámara de diputados. Soy un ciudadano que vive en Cd. Juárez, perteneciente al distrito 3. Estaba a punto de decirle si voté o no por usted, pero creo que eso ya no tiene relevancia puesto que usted ya está en el cargo, y su labor es representarme a mí y a mis vecinos, sean del partido que sean. Pues bien, nunca he estado implicado en la política; sin embargo trato de estar al tanto de ella y mantenerme informado.
La razón por la que le escribo es que estoy preocupado, al igual que muchos mexicanos (as) por el desempeño de la cámara a la cual usted pertenece, ya que ha habido bastantes noticias destacando las frecuentes inasistencias a las sesiones por parte de todos los partidos. Con esta incertidumbre, me di a la tarea de buscar la información oficial en la página de los diputados; me di cuenta que en efecto, el promedio de asistencia en las sesiones ordinarias del tercer año es del 88% en general. Luego busqué su expediente de asistencias y me di cuenta que de las 4 sesiones ordinarias del presente periodo, usted faltó a la del 8 de septiembre (un 75% de asistencia). Quiero pensar  que esa falta está justificada, y no quiero que piense que le estoy pidiendo cuentas (todavía no me atrevo a tanto); sin embargo, me gustaría que le hiciera saber a sus colegas diputados que los ciudadanos estamos cansados de ese comportamiento tan poco profesional. En cualquier trabajo, de la iniciativa privada, despedirían a cualquiera con ese porcentaje de asistencia tan bajo, no veo por qué ustedes deban ser excepción.
Me gustaría conocer más acerca de cómo está usted representándome ante la cámara, quizá sea en otra oportunidad.
Me despido de usted muy atentamente.”
Espero poder tener respuesta, y si es así la publicaré en este mismo medio para que la conozcan.
Por lo pronto los dejo con la siguiente frase:
“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio.”                  Octavio paz, poeta y ensayista mexicano.

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