Hoy se cumple un año más de la muerte de uno de los mejores
directores de cine. Hablo de Alfred Hitchcock, quien falleció el 29 de abril de
1980.
Es poseedor de una basta filmografía (58 películas entre
1922 y 1976) como director, guionista y productor. Rompió varios paradigmas en
cuanto a técnica y narrativa del cine.
Para ser sincero, he de reconocer que no soy gran conocedor
de su obra; sin embargo hay una película suya que se encuentra dentro de mis
favoritas: Psycho (Psicosis en español) de 1960.
Más allá del guion,
basado en la novela de Robert Bloch,
ésta película es una joya en cuanto al derroche técnico, todo ello encaminado a
un único fin: provocar emociones en los espectadores.
Si revisamos una por una cada escena, nos daremos cuenta que
son inmejorables y que son, cada una de ellas, ya clásicas en la historia del
cine.
Quizá la más efectiva sea la escena de la regadera, en donde
se está bañando Marion (la protagonista de la primera mitad de la película),
alguien entra sigilosamente al baño, se ve la sombra del asesino a través de la
cortina de la regadera, súbitamente se abre la cortina, se ve la silueta de una
señora, un cuchillo de cocina, los gritos de Marion, finalmente la sangre
derramada que se mezcla con el agua para irse por la coladera. ¿Cuántas veces
se ha parodiado esta escena? Nos resulta familiar y estremecedora; quizá porque
identificamos con el miedo y la agonía de ser sorprendidos cuando más
vulnerables nos encontramos. Sin olvidar que en esta escena ¡asesinan a la
protagonista a la mitad de la película! Nunca antes visto.
Así, escena tras escena, Hitchcock nos va sorprendiendo
mientras nos sumerge en una espiral de suspenso y agonía psicológica, hasta
llegar a un final perturbador. Todo ello acompañado por un soundtrack aterrador
y desquiciante, acorde con lo que estamos presenciando en pantalla.
Hitchcock supo como conciliar el cine artístico con el cine
comercial, en el que podía desplegar todas sus inquietudes personales y al
mismo tiempo otorgar al público lo que ellos quieren, emociones, gritos,
suspenso, etc.
El cine actual le debe mucho a este gran director minucioso,
obsesivo y genial.
“Estoy seguro que a cualquiera le gusta un buen crimen, siempre que no sea la víctima" Alfred Hitchcock
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