domingo, 23 de octubre de 2011

Hay cosas que debe hacer uno mismo.

Acabo de ver nuevamente Dogville, una película peculiar. Lo que llama de inmediato la atención es el formato. Lars Von Trier, en esta ocasión, deja a un lado los grandes escenarios, los espectaculares paisajes, las locaciones exteriores, para llevarnos a lo más importante, para que logremos enfocarnos y meditar en la historia que nos cuenta. Historia difícil de aceptar, que trata de la arrogancia, la dignidad, el poder y lo qué se hace con él. Una enorme crítica a las sociedades más conservadoras del pueblo estadounidense (algo que se dispuso a escudriñar con su trilogía Estados Unidos: tierra de oportunidades que contiene Dogville (2003), Manderlay (2005) y Washington (aún no realizada).
La historia de esta película, transcurre en un pueblo llamado Dogville. Es un pueblo pequeño ubicado en la época de gángsters en Estados Unidos. La tranquilidad de este pueblo se ve un día interrumpida por la llegada de Grace (Nicole Kidman) que viene huyendo de una vida llena de delitos, crimen y corrupción. Se refugia en este pueblo olvidado por la civilización, con la esperanza de encontrar una vida más tranquila, lejos de las perversidades que suponen las grandes ciudades.
De manera gradual, va escalando en su hacia una pérdida de
su dignidad, forzada por las actitudes y acciones de los personajes del pueblo. Se va dejando arrastrar hacia la miseria, buscando siempre una manera de perdonarlos, ya que a fin de cuentas son humanos y por ende, capaces de equivocarse, cree que en el fondo no son malos, solo torpes pueblerinos. Demasiado tarde es cuando se da cuenta que este pueblo la ha cambiado para siempre. No desperdicia la oportunidad para mejorar el mundo a su manera, tomando las riendas de su destino, y del destino del pueblo “hay cosas que debe hacer uno mismo” dice.
Este es un excelente experimento de la condición humana y como puede llegar a extremos inesperados. Un experimento que nos demuestra cómo, con pocos elementos, se pueden hacer películas realmente extraordinarias.
Si eres de esas personas que les gusta ver películas con grandes efectos especiales, con locaciones que quiten el aliento, con escenas grandilocuentes en las que entre más autos se destruyan mejor será la película, con románticas comedias en las que el final es predecible y azucarado, esta película te sorprenderá.

“Cuando me encuentro con una criatura, encuentro la voluntad del poder.”
Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filosofo alemán.

Les dejo un trailer:


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