Sólo 5 álbumes logró publicar en su corta vida. Después de su muerte fueron publicados aproximadamente 10 recopilaciones y grabaciones póstumas. La primera de ellas, como un homenaje a su talente perdido se publicó en 1991: el álbum “The sky is crying” (con sólo el título se señala la tristeza del mundo de la música en esos momentos.
Con una voz aguardentosa, y una manos privilegiadas, en este disco seguimos a Stevie a lo largo de 10 canciones, 2 de su autoría y otras ocho versiones, entre las cuales encontramos a Jimi Hendrix, Howlin’ Wolf, Lonnie Mack, etc.
El clímax del disco es sin duda la canción que le da título, obra de Elmore James. Una pieza que emula el alma pura del blues lastimero, ese que llega a poner la piel erizada, sin perder nunca un ritmo sincopado que estremece el pensamiento y obnubila la razón, dejándonos caer en un trance melancólico, de dolor, es un llanto que derrama lágrimas en forma de chillidos y acordes que Stevie logra exprimir a su guitarra. No cabe duda que el cielo llora, por la única razón por la cual puede ocurrir: la pérdida de la persona amada, el dolor de saber que no se es correspondido. Sin embargo, aunque la letra resulte triste, la música eleva el estado anímico de pena casi hasta alcanzar un súmmum en el cual lo único que queda es empezar a gozar con las notas y el ritmo cadencioso y virtuoso en que nos imbuye Vaughn.
Este disco en una opción excelente para quien guste comenzar a conocer a Stevie, ya que en el nos muestra sus influencias y sus caminos sonoros, su búsqueda del sonido.
“El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos.”
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
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